Nuestro compañero David Franco (nada que ver con el "Psicópata de los Pantanos") acaba de publicar una selección de textos escritos bajo el título de Las cenizas de Salvochea (Baile del Sol, 2008), que giran en torno al consumo, la guerra, la precariedad y la explotación, la resistencia y la esperanza ante todos ellos. El departamento lisérgico de "Mucha poesía, mucha diversión" se complace en ofrecerles una pequeña pero jugosa degustación de su obra:
IN GIRUM IMUS NOCTE ET CONSUMIMUR IGNI
Hemos venido para no hacernos los sordos,
para golpear desde la palabra,
para continuar en pie amándonos,
para mirar el rostro de la muerte,
y seguir soñando, seguir viviendo.
Hemos venido para no volver,
para despertar en el paso adelante
y ser cada día un único cuerpo
que desea una luz en carne viva,
un verbo de plural desinencia.
Hemos venido para cambiar la vida.
Nuestro terror será suave caricia
en los tiempos de mordaces bozales.
Hemos venido para formar parte,
para ser poema, para ser trabajo.
Hemos venido para esperanzarnos,
para vivir de nuestras manos,
para tener un nombre sin fiebres
deudoras o vómitos mensuales,
para ser gritos o cuchillas que desentierren
las podridas raíces.
Hemos venido para ser feroces
a pesar de mandíbulas
y de segundos despojados,
a pesar de domingos asignados
a la cómoda muerte.
Hemos venido para preguntarnos,
para vivir a la intemperie,
para ser un instante incómodo
en el tiempo pasajero de los ladrones.
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