TÍTULO: HO, PU$ D€I.
TEXTO:
La OBRA DE DIOS es una asquerosa crisisficción.
En dos sentidos: en la perversión que hacen del legado de Cristo, como una fuente de ingresos y poder, y en la mentira de sus reiteradamente históricas campañas recaudatorias para obras sociales.
Desde que tengo uso de razón, no he dejado de escuchar como estos CIERVOS de Dios no paran de pedir PARA LOS NEGRITOS. Pero NO para comprar condones, educarlos en su uso y evitar esa pandemia del SIDA.
No. Si tienen que morir, que mueran. Pero en santa castidad. Y cantidad.
Esta OBRA es más bien un DERRIBO de verdad.
Con ella ha construido un templo a la mentira del Becerro de Oro, con lingotes dorados como ladrillos.
Lo llaman Vaticano.
Un templo hecho a la imagen y semejanza de los mercaderes que han establecido allí su ampulosa vivienda, desde donde explotan los réditos y la buena fe de los inocentes creyentes.
Una casa de citas bíblicas donde no se hace el amor cristiano, sólo se jode al buen creyente, mientras haya dinero de por medio. Por delante y por detrás. Hasta por la oreja, por donde introducen sus flácidas falacias.
Un castillo de naipes tan falsos como ellos mismos.
Un edificio proyectado y levantado para el lujo y el exceso material. Nada más alejado del mensaje original de ese pacífico revolucionario al poder establecido -religioso, económico y político- que fue Cristo.
Estas ricas eminencias, junto con sus catecumenales satélites, legionarios de un beato ejercito recaudatorio, no paran de pedir, utilizando el argumento de ser destinado su botín a las buenas obras.
Obras de Dios. OPUS DEI.
¡Y UNA MIERDA!
Si sólo utilizarán una fraccionada parte del inmenso patrimonio que poseen, entre obras de arte, joyas, metales preciosos, negocios, valores inmobiliarios y dinero CANTANTE y sonante, sumado a las 30 monedas de sus muchas sucursales bursátiles extendidas por todo el orbe (desde el extinto Banco Ambrosiano a otras más actuales y locales como Cajasur, etc, etc...) sin duda podrían mejorar las condiciones de vida de gran parte de los afligidos por la pobreza, el hambre y la enfermedad.
Como predicaba Cristo, y no ellos con su ejemplo y verbo voceado desde un trono de oro.
Me dan asco.
Son una metástasis, un cardenal tumefacto, una excrecencia, una infección desde donde sólo supura farisea pestilencia.
Son la PUS de una rentable enfermedad llamada MENTIRA.
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Rafael Iglesias: Diseño y provocación
Por ApostoloZeno
Cree el carpetovetonismo paleto (y el ilustrado) que los moros están especialmente atrasados y que son dados al fanatismo religioso porque no hay más que ver la que han liado con las caricaturas de Mahoma. Pero olvidan que aquí también tenemos nuestros fundamentalistas particulares. Y si no que se lo pregunten al diseñador y publicista sevillano Rafael Iglesias.
Considerado uno de los mejores diseñadores e ilustradores del estado español, Iglesias (Sevilla, 1963) no dibujó a ningún dios para ridiculizar a sus 'fieles' y 'siervos'. Sencillamente retrató el Sagrado Corazón de Jesús con un condón en la mano para promover la lucha contra el sida. El cazurrismo religioso autóctono no quemó embajadas porque el autor del "cartel blasfemo" –como en su día lo calificó el 'Alba', la hoja parroquial de ABC- era de aquí. Sin embargo, sí que hubo rasgamiento de vestiduras en los medios de comunicación, condenas desde los púlpitos con performances incluidos -el párroco de una hermandad sevillana fue arrancando todos los carteles que veía a su paso durante un via crucis callejero- y amenazas de muerte vía telefónica a la mayor gloria del Santísimo. Vamos, que aquí también se cultiva el fanatismo religioso y no tiene nada que envidiar al que se estila en oriente. Son muchos años de entrenamiento.
Los hechos se remontan al año 1999, cuando la Federación de Asociaciones Contra el Sida de Andalucía encargó a Rafael Iglesias el cartel de una campaña para promover el uso de anticonceptivos. Al diseñador sevillano se le ocurrió utilizar la imagen de Jesúcristo -"una figura que no es exclusiva ni mucho menos ni de la intransigente curia española ni de ninguna hermandad"- sosteniendo un condón y el lema "Ama a tu prójimo como a ti mismo. Utiliza el preservativo. Para prevenir, es divino". El cartel fue rechazado por quienes se lo encargaron porque "aunque acertaba con el concepto que quería transmitir podía herir susceptibilidades". Y tanto que lo hizo. Con la Iglesia se topó Iglesias.
Rafa decidió proseguir con la campaña y, con dinero de su propio bolsillo, empapeló las parades sevillanas con nueve mil carteles y repartió por los bares diez mil postales. En cada una de ellas el osado publicista había anotado su número de teléfono para "sugerencias, peticiones y amenazas". Y de estas últimas recibió unas cuantas de muerte, lo cual no se explica muy bien. "Debo decir, que no acabo de entender esa indignación, ese rasgar de vestiduras. Si me permiten la expresión, ese 'ser más papistas que el Papa', ese grito en el cielo haciendo suya la posición y argumentos de un obstinado empecinamiento y una obcecada tozudez de una parte minoritaria de una institución, la Iglesia, que según sus propias palabras, defienden la vida, algo que a todas luces es una contradicción con determinadas actitudes", afirma el arstista.
En 2005 la repercusión de la campaña se multiplicó alcanzando las calles de Madrid, Murcia, Valencia y Barcelona, donde el dibujante Nazario -amigo del diseñador- propagó las postales y los carteles. Rafael Iglesias fue invitado a Crónicas Marcianas donde fue entrevistado por Sardá. El panfleto católico 'Alba' publicó una noticia con el siguiente titular: "Tele 5 ofende a los católicos al exhibir a Jesús promoviendo el uso de preservativos". Un mes antes de la Semana Santa, el párroco de una hermandad sevillana se dedicó a retirar todos los carteles que veía mientras realizaba un vía crucis. En fin, se armó la de Dios. "Tal vez por y gracias a esta polémica y debate, podamos salvar una vida, la de algún amigo, vecino o familiar. Sin duda estarás de acuerdo conmigo, en que entonces habrá merecido la pena", opina el diseñador gráfico. Sin duda estamos de acuerdo. Aunque sólo hubiera servido para tocar los dogmas a la Iglesia Católica.
A Iglesias (irónico apellido el suyo) no sólo debe reconocérsele el haber tramado y perpetrado esta ocurrente y divulgativa campaña para la prevención del sida. Revistas tan emblemáticas como Tótem, Rambla o El Víbora han publicado un buen puñado de ilustraciones e historietas suyas. "He tenido muchas y variopintas referentes de grandes maestros del comic (Chaland, Eisner, Pratt, Hergé, Kirbi, Steranco, etc) pero de las más notables quizás podría destacar a dibujantes relacionados con el movimiento Underground surgido en la costa oeste americana sobre los años sesenta (Crumb, Corben, Wood, Reese) y sobre esa influencia en nuestros lares en artistas como Nazario, Gallardo y Mediavilla y otros contemporáneos. Por esto se puede deducir que sexo, drogas y movimientos contraculturales eran constantes en mis comics", nos cuenta Rafa.
Del mundillo underground de los tebeos pasó al mundo fashion del diseño y la publicidad, dos mundos que son "como la noche y el día". Dice que hay muchos diseñadores -"sin ánimo de generalizar, que siempre es equivocarse un poco"- que parecen que mean colonia mientras que los dibujantes de cómics suelen ser gente más asequible y menos pretenciosa. "Según mi experiencia -explica Iglesias- muchos pintores, publicistas y diseñadores gráficos se creen un escalón por debajo de Dios. La vanidad y el aparentar están muy vinculados a estas profesiones, lo que tiene cierta lógica, pues estamos hablando de profesiones en las que "saber venderse" forma parte importante de los activos de estos artistas".
Rafael ha desarrollado, durante más de dos décadas, una extensa actividad laboral, compaginando sus campañas para empresas privadas y organismos institucionales con trabajos socialmente comprometidos, dos campos que, a su juicio, "no deberían ser antagónicos". "En muchos casos además coinciden intereses, como campañas publicitarias para prevención sobre drogas o sida, por ejemplo. O promociones para un bien tan valioso para el ser humano como debiera ser la cultura, en cualquiera de sus manifestaciones. La cultura es poder. Si es buena , extensa y variada, formara buenos ciudadanos, sin duda. Si sólo les das futbol, "ecos de suciedad" y algunos otros pocos referentes de escaso o nulo valor edificante, obtendrás individuos poco dados a la crítica constructiva o a pensar por ellos mismos analíticamente, lo cual tal vez pudiera ser interesante para determinados gobiernos no deseables", asegura el artista sevillano.
Y es que Rafael mantiene una estrecha vinculación con el mundo de la cultura popular y más concretamente con la cultura popular andaluza. Ha sido autor de portadas tan celebradas como la de la 'Antología inédita' del Camarón, aquella en la que aparecía el cantaor de la Isla con toda la cara del Che. "Fue muy estimulador fundir el mito del Che con el de Camarón, visualmente hablando claro. Son otros dos grandes revolucionarios, como también lo fue Jesucristo. Cada uno de ellos, los tres, son figuras relevantes que implican un antes y un después trascendente. ¿No te parecen mejor los valores que implican estos personajes para transmitir y promulgar un mensaje que el vehículo que pueda ser una famosilla de medio pelo por turbios asuntos de faldas o un niño pijo multimillonario futbolista de vocabulario monosilábico?", se pregunta.
Actualmente compatibiliza sus múltiples encargos con el proyecto propio de una editorial cultural multidisciplinar, Ediciones DE RUINA, de la que ya se están preparando sus dos próximos títulos: Rotos, una ventana fotográfica que hará asomarse al lector a un mundo interior extraño y a la vez cotidiano, a la locura, y El ángel más hermoso, que, según el dibujante, ilustrador, publicista y editor, "versará sobre un héroe trágico de la mitología judeocristiana, sobre el portador de la luz más bella, más fermosa. También llamado Luzbel o Luzifer. Desposeyéndole de su dimensión demoníaca y maligna, tal como lo quiere mostrar la interesada institución eclesiástica y acercándolo al ser humano como revolucionario al poder establecido, como apasionado amante despechado. ¡Hay tanto por hacer!"
Di que sí, Rafael.
TEXTO:
La OBRA DE DIOS es una asquerosa crisisficción.
En dos sentidos: en la perversión que hacen del legado de Cristo, como una fuente de ingresos y poder, y en la mentira de sus reiteradamente históricas campañas recaudatorias para obras sociales.
Desde que tengo uso de razón, no he dejado de escuchar como estos CIERVOS de Dios no paran de pedir PARA LOS NEGRITOS. Pero NO para comprar condones, educarlos en su uso y evitar esa pandemia del SIDA.
No. Si tienen que morir, que mueran. Pero en santa castidad. Y cantidad.
Esta OBRA es más bien un DERRIBO de verdad.
Con ella ha construido un templo a la mentira del Becerro de Oro, con lingotes dorados como ladrillos.
Lo llaman Vaticano.
Un templo hecho a la imagen y semejanza de los mercaderes que han establecido allí su ampulosa vivienda, desde donde explotan los réditos y la buena fe de los inocentes creyentes.
Una casa de citas bíblicas donde no se hace el amor cristiano, sólo se jode al buen creyente, mientras haya dinero de por medio. Por delante y por detrás. Hasta por la oreja, por donde introducen sus flácidas falacias.
Un castillo de naipes tan falsos como ellos mismos.
Un edificio proyectado y levantado para el lujo y el exceso material. Nada más alejado del mensaje original de ese pacífico revolucionario al poder establecido -religioso, económico y político- que fue Cristo.
Estas ricas eminencias, junto con sus catecumenales satélites, legionarios de un beato ejercito recaudatorio, no paran de pedir, utilizando el argumento de ser destinado su botín a las buenas obras.
Obras de Dios. OPUS DEI.
¡Y UNA MIERDA!
Si sólo utilizarán una fraccionada parte del inmenso patrimonio que poseen, entre obras de arte, joyas, metales preciosos, negocios, valores inmobiliarios y dinero CANTANTE y sonante, sumado a las 30 monedas de sus muchas sucursales bursátiles extendidas por todo el orbe (desde el extinto Banco Ambrosiano a otras más actuales y locales como Cajasur, etc, etc...) sin duda podrían mejorar las condiciones de vida de gran parte de los afligidos por la pobreza, el hambre y la enfermedad.
Como predicaba Cristo, y no ellos con su ejemplo y verbo voceado desde un trono de oro.
Me dan asco.
Son una metástasis, un cardenal tumefacto, una excrecencia, una infección desde donde sólo supura farisea pestilencia.
Son la PUS de una rentable enfermedad llamada MENTIRA.
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Rafael Iglesias: Diseño y provocación
Por ApostoloZeno
Cree el carpetovetonismo paleto (y el ilustrado) que los moros están especialmente atrasados y que son dados al fanatismo religioso porque no hay más que ver la que han liado con las caricaturas de Mahoma. Pero olvidan que aquí también tenemos nuestros fundamentalistas particulares. Y si no que se lo pregunten al diseñador y publicista sevillano Rafael Iglesias.
Considerado uno de los mejores diseñadores e ilustradores del estado español, Iglesias (Sevilla, 1963) no dibujó a ningún dios para ridiculizar a sus 'fieles' y 'siervos'. Sencillamente retrató el Sagrado Corazón de Jesús con un condón en la mano para promover la lucha contra el sida. El cazurrismo religioso autóctono no quemó embajadas porque el autor del "cartel blasfemo" –como en su día lo calificó el 'Alba', la hoja parroquial de ABC- era de aquí. Sin embargo, sí que hubo rasgamiento de vestiduras en los medios de comunicación, condenas desde los púlpitos con performances incluidos -el párroco de una hermandad sevillana fue arrancando todos los carteles que veía a su paso durante un via crucis callejero- y amenazas de muerte vía telefónica a la mayor gloria del Santísimo. Vamos, que aquí también se cultiva el fanatismo religioso y no tiene nada que envidiar al que se estila en oriente. Son muchos años de entrenamiento.
Los hechos se remontan al año 1999, cuando la Federación de Asociaciones Contra el Sida de Andalucía encargó a Rafael Iglesias el cartel de una campaña para promover el uso de anticonceptivos. Al diseñador sevillano se le ocurrió utilizar la imagen de Jesúcristo -"una figura que no es exclusiva ni mucho menos ni de la intransigente curia española ni de ninguna hermandad"- sosteniendo un condón y el lema "Ama a tu prójimo como a ti mismo. Utiliza el preservativo. Para prevenir, es divino". El cartel fue rechazado por quienes se lo encargaron porque "aunque acertaba con el concepto que quería transmitir podía herir susceptibilidades". Y tanto que lo hizo. Con la Iglesia se topó Iglesias.
Rafa decidió proseguir con la campaña y, con dinero de su propio bolsillo, empapeló las parades sevillanas con nueve mil carteles y repartió por los bares diez mil postales. En cada una de ellas el osado publicista había anotado su número de teléfono para "sugerencias, peticiones y amenazas". Y de estas últimas recibió unas cuantas de muerte, lo cual no se explica muy bien. "Debo decir, que no acabo de entender esa indignación, ese rasgar de vestiduras. Si me permiten la expresión, ese 'ser más papistas que el Papa', ese grito en el cielo haciendo suya la posición y argumentos de un obstinado empecinamiento y una obcecada tozudez de una parte minoritaria de una institución, la Iglesia, que según sus propias palabras, defienden la vida, algo que a todas luces es una contradicción con determinadas actitudes", afirma el arstista.
En 2005 la repercusión de la campaña se multiplicó alcanzando las calles de Madrid, Murcia, Valencia y Barcelona, donde el dibujante Nazario -amigo del diseñador- propagó las postales y los carteles. Rafael Iglesias fue invitado a Crónicas Marcianas donde fue entrevistado por Sardá. El panfleto católico 'Alba' publicó una noticia con el siguiente titular: "Tele 5 ofende a los católicos al exhibir a Jesús promoviendo el uso de preservativos". Un mes antes de la Semana Santa, el párroco de una hermandad sevillana se dedicó a retirar todos los carteles que veía mientras realizaba un vía crucis. En fin, se armó la de Dios. "Tal vez por y gracias a esta polémica y debate, podamos salvar una vida, la de algún amigo, vecino o familiar. Sin duda estarás de acuerdo conmigo, en que entonces habrá merecido la pena", opina el diseñador gráfico. Sin duda estamos de acuerdo. Aunque sólo hubiera servido para tocar los dogmas a la Iglesia Católica.
A Iglesias (irónico apellido el suyo) no sólo debe reconocérsele el haber tramado y perpetrado esta ocurrente y divulgativa campaña para la prevención del sida. Revistas tan emblemáticas como Tótem, Rambla o El Víbora han publicado un buen puñado de ilustraciones e historietas suyas. "He tenido muchas y variopintas referentes de grandes maestros del comic (Chaland, Eisner, Pratt, Hergé, Kirbi, Steranco, etc) pero de las más notables quizás podría destacar a dibujantes relacionados con el movimiento Underground surgido en la costa oeste americana sobre los años sesenta (Crumb, Corben, Wood, Reese) y sobre esa influencia en nuestros lares en artistas como Nazario, Gallardo y Mediavilla y otros contemporáneos. Por esto se puede deducir que sexo, drogas y movimientos contraculturales eran constantes en mis comics", nos cuenta Rafa.
Del mundillo underground de los tebeos pasó al mundo fashion del diseño y la publicidad, dos mundos que son "como la noche y el día". Dice que hay muchos diseñadores -"sin ánimo de generalizar, que siempre es equivocarse un poco"- que parecen que mean colonia mientras que los dibujantes de cómics suelen ser gente más asequible y menos pretenciosa. "Según mi experiencia -explica Iglesias- muchos pintores, publicistas y diseñadores gráficos se creen un escalón por debajo de Dios. La vanidad y el aparentar están muy vinculados a estas profesiones, lo que tiene cierta lógica, pues estamos hablando de profesiones en las que "saber venderse" forma parte importante de los activos de estos artistas".
Rafael ha desarrollado, durante más de dos décadas, una extensa actividad laboral, compaginando sus campañas para empresas privadas y organismos institucionales con trabajos socialmente comprometidos, dos campos que, a su juicio, "no deberían ser antagónicos". "En muchos casos además coinciden intereses, como campañas publicitarias para prevención sobre drogas o sida, por ejemplo. O promociones para un bien tan valioso para el ser humano como debiera ser la cultura, en cualquiera de sus manifestaciones. La cultura es poder. Si es buena , extensa y variada, formara buenos ciudadanos, sin duda. Si sólo les das futbol, "ecos de suciedad" y algunos otros pocos referentes de escaso o nulo valor edificante, obtendrás individuos poco dados a la crítica constructiva o a pensar por ellos mismos analíticamente, lo cual tal vez pudiera ser interesante para determinados gobiernos no deseables", asegura el artista sevillano.
Y es que Rafael mantiene una estrecha vinculación con el mundo de la cultura popular y más concretamente con la cultura popular andaluza. Ha sido autor de portadas tan celebradas como la de la 'Antología inédita' del Camarón, aquella en la que aparecía el cantaor de la Isla con toda la cara del Che. "Fue muy estimulador fundir el mito del Che con el de Camarón, visualmente hablando claro. Son otros dos grandes revolucionarios, como también lo fue Jesucristo. Cada uno de ellos, los tres, son figuras relevantes que implican un antes y un después trascendente. ¿No te parecen mejor los valores que implican estos personajes para transmitir y promulgar un mensaje que el vehículo que pueda ser una famosilla de medio pelo por turbios asuntos de faldas o un niño pijo multimillonario futbolista de vocabulario monosilábico?", se pregunta.
Actualmente compatibiliza sus múltiples encargos con el proyecto propio de una editorial cultural multidisciplinar, Ediciones DE RUINA, de la que ya se están preparando sus dos próximos títulos: Rotos, una ventana fotográfica que hará asomarse al lector a un mundo interior extraño y a la vez cotidiano, a la locura, y El ángel más hermoso, que, según el dibujante, ilustrador, publicista y editor, "versará sobre un héroe trágico de la mitología judeocristiana, sobre el portador de la luz más bella, más fermosa. También llamado Luzbel o Luzifer. Desposeyéndole de su dimensión demoníaca y maligna, tal como lo quiere mostrar la interesada institución eclesiástica y acercándolo al ser humano como revolucionario al poder establecido, como apasionado amante despechado. ¡Hay tanto por hacer!"
Di que sí, Rafael.
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